Austria

Qué ver en Viena? Guía con las 12 mejores actividades para tu viaje 2020.

Viena es una capital como ningún otra, una ciudad que hay que ver si estamos en Europa. Viena fue capital del imperio Austro Húngaro durante mucho tiempo y ese pasado dejó una huella importante hasta el día de hoy. Es una ciudad intelectual en la que se respira historia, arte y música, donde a cada paso que damos nos topamos con un pedazo de cultura. Puede ser un edificio, un monumento o negocio que tuvo participación en algún evento importante en la historia.

Además, como “capital de la música”, es verdad que en la ciudad se siente y vive esa atmósfera de la música. Tanto los Vieneses como la propia ciudad te hacen sentir, esa muestra de orgullo (en el buen sentido) de su historia y herencia artística.

La ciudad por en misma es una recorrida por la historia de la política europea y la música clásica, pero para que no te pierdas nada, a continuación te detallo los mejores lugares que ver en Viena de este 2020.

1. Qué ver en Viena: Visitar el Palacio Hofburg.

Qué ver en Viena Palacio Hofburg
Palacio Hofburg

El Palacio Hofburg es el más grande y más antiguo de los palacios de la ciudad, y sin duda uno de los palacios que hay que ver en Viena. Es un gran edificio que abarca varias instituciones, los antiguos Aposentos Imperiales, el Museo Sisi, la Escuela de Invierno de Equitación, la Biblioteca Nacional Austríaca, y actualmente también se encuentra el despacho presidencial.

El Palacio fue durante seis siglos la residencia oficial de la familia de los Habsburgo por lo que el lugar está lleno de historia. En esta residencia vivió una de las más reconocidas emperatrices de Austria, la famosa y rebelde Sisi. De hecho tiene su propio museo en el Palacio donde se cuenta la intensa vida de la Emperatriz, su rebeldía contra las reglas de la corte, sus continuos viajes, su obsesión con la belleza, la relación con el Emperador y hasta su asesinato en Ginebra. La visita se hace con un audioguía que cuenta muchos de los detalles del museo.

También es interesante la visita a los Aposento Imperiales. Un recorrido por 19 habitaciones entre despachos, salones, tocadores y dormitorios. Todos decorados y conservados a la perfección donde se puede apreciar el esplendor de la familia imperial de los Habsburgo durante siglos. La visita también se realiza con audioguía por lo que podemos pasear escuchando las historias y detalles de los que vamos viendo.

El palacio se encuentra muy bien ubicado, el la Michaelerplatz, muy cerca del centro de Viena y de la estación de metro. La entrada para ver el palacio es 15€ para adultos y 9€ menores de 18 años, con la Vienna Pass el ingreso es gratis.

2. Qué ver en Viena: Biblioteca Nacional Austriaca.

Qué ver en Viena

Personalmente las Bibliotecas son algo que siempre me llamaron la atención, no porque sea un super estudioso, sino porque muchas de ellas son todo una belleza. Justamente la de Viena no es la excepción. Entonces, luego de visitar el Palacio Hofburg tenemos que dirigirnos a la Biblioteca Nacional Austríaca. A mi entender algo que no podemos dejar de ver en Viena.

Es una biblioteca que data del Siglo XVIII enviada a construir por Carlos VI en un estilo barroco. Cuenta con más de 8 millones de documentos de los cuales 200 mil libros fueron impresos entre los siglos XVI y XIX. Pero lo que más impresiona es su arquitectura y su decoración.

La sala imperial tiene casi 80 metros de largo y 20 de alto con una gran cúpula en el centro. La sala está cubierta con enormes estanterías de madera, repletas de libros, acompañadas de antiguos globos terráqueos, destacadas esculturas, y frescos pintados en los techos que completan la decoración. Realmente es un placer a la vista.

La bibliotecas se encuentra muy cerca del Palacio Hofburg, en la Josefsplatz 1. El valor de ingreso a la biblioteca es de 8€ y gratuito con la Vienna Pass.

3. Qué ver en Viena: Palacio de Schönbrunn.

Qué ver en Viena Palacio de Schönbrunn
Palacio de Schönbrunn vista desde la glorieta.

Nombrado junto a sus jardines como Patrimonio de la humanidad en 1996, este palacio es uno de los más bonitos e importantes que ver en Viena. Su construcción data del siglo XVII (el estilo que podemos ver hoy) y fue durante mucho tiempo el lugar de veraneo de la familia Habsburgo. En el año 1819 fue pintado de color amarillo ya que representaba uno de los “standards” de la monarquía Habsburga, color que generalmente se encontraba en todos los edificios oficiales.

Qué ver en el Palacio de Schönbrunn.

El palacio en sí es una hermosura ya que la familia de los Habsburgo no se andaban con chiquitas. En el interior se pueden ver los diferentes salones y las galerías llenos de lujos. Los salones más llamativos son la Gran Galería, donde se realizaban las fiestas imperiales, el Salón Chino Circular, el Salón del Desayuno, el Salón Chino Azul.

Pero eso no es todo, el palacio cuenta con unos hermosos jardines que se pueden recorrer y disfrutar. Se destacan del jardín, La Glorieta del Palacio donde desde la cima se tienen unas vistas increíbles del palacio con la ciudad de Viena detrás. El Jardín Laberinto para divertirse un rato tratando de encontrar la salida (ideal para ir con niños). La Casa de las Palmeras, donde encontramos un invernadero con ciento de plantas diferentes. Incluso podemos encontrar en los jardines de Schönbrunn unas antiguas ruinas romanas. Todo estos atractivos del jardín rodeados de mucho verde, fuentes y esculturas, no por nada llaman a este palacio el Versalles Vienés.

El palacio queda en las afueras de la ciudad pero es de muy fácil y rápido acceso. Se puede llegar en Metro U4 (estación Schönbrunn), tranvía líneas 10 y 58 (Schönbrunn) o en bus línea 10A.

El ingreso a los jardines es gratis, pero sí hay que pagar para entrar al Palacio central y a algunas zonas del jardín. Hay diferentes tickets dependiendo de la zona que se quiera visitar, pero con la entrada al palacio (gratis con la Vienna pass, puedes comprarlo aquí) te dan un audioguía en varios idiomas. 

4. Qué ver en Viena: Un paseo por Ringstrasse.

La Ringstrasse es una avenida de casi 5,3 kilómetros que rodea el centro histórico de la ciudad. A lo largo de esta larga avenida podemos ver muchos de los edificios más importantes en Viena. Los más importantes son el Palacio Real Hofburg, el Ayuntamiento, el Parlamento, el Burgtheater, el Museo de Historia del Arte y el Museo de Historia Natural. Además la Ringstrasse cuenta con numerosos parques, cafeterías, hoteles y tiendas que hacen de esta avenida un lugar de mucho movimiento y vida.

La Ringstrasse no es sólo una gran avenida, sino que está conformada por la continuación de calles que incluyen la palabra “ring” (anillo) en sus nombres. Estas son Stubenring, Parkring, Schubertring, Kärntner Ring, Opernring, Burgring, Dr. Karl-Renner-Ring, Dr. Karl-Lueger-Ring y Schottenring.

El nacimiento de esta avenida surge a mediados del siglo XIX debido al crecimiento de la ciudad. Varios barrios ubicados en el exterior de los muros que hasta ese momento rodeaban la ciudad de Viena comenzaron tomar forma y crecer. Fue así que en 1857, el emperador Francisco José decidió derribar la muralla para dejar más espacio a la ciudad y en su lugar se construyó un gran bulevar, la Ringstrasse.

Sin duda es una de las avenidas que tenemos que visitar en nuestro viaje a la ciudad de Viena. Pero no te preocupes si te parece mucho para caminar, puedes recorrerla en tranvía (o puedes hacer un poco a pie y otro en tram), el ring tram, que cuesta 9€ con una audioguía. 

5. Qué ver en Viena: La Ópera de Viena.

Teatro de la ópera en Viena
Teatro de la ópera en Viena

Estando en la capital de la música, el teatro de la ópera es un edificio que no podemos dejar de ver en Viena. Un enorme edificio de estilo neorenacentista inaugurado en 1869 con una obra del músico austríaco más importante, Mozart ¿quién más?.

Cuenta la historia que luego de la inauguración, el teatro no fue muy bien recibido por los Vieneses. Éstos criticaron el edificio diciendo que esperaban más del Teatro. Estas opiniones negativas afectaron terriblemente a su arquitecto llevándolo a quitarse la vida. Luego, el segundo arquitecto contratado sufrió tanto la presión de la gente, que no soportó, y también murió de un ataque al corazón. Trágicas historias para un edificio tan bonito y representativo.

Ingreso a la Ópera de Viena.

Hay dos formas de poder ingresar al Teatro. La primera es haciendo una visita guiada por el interior. Durante el recorrido se puede ver el hall de entrada, subir por la escalera principal para conocer el auditorio, el escenario, el salón de té y la Sala de Mármol, entre otras habitaciones.

La segunda es comprando una entrada para ver algún espectáculo. A pesar de lo que uno puede imaginar, se pueden conseguir tickets a precios muy económicos. Eso si, no esperes estar en primera fila. Lo único que hay que hacer es acercarse a las taquillas que se encuentran en la parte posterior del edificio, 90 min antes de comenzado el espectáculo, seguramente hacer fila, y podrás conseguir entradas a muy buen precio. Es verdad, son entradas para ver el espectáculo un poco lejos y de pie, pero que importa, por un valor de 4€ para ver la ópera en el mismísimo teatro de Viena vale la pena. De última, cuando te cansas, puedes ir a recorrerlo por dentro. Recordar que en los meses de verano no se realizan obras en el teatro.

6. Qué ver en Viena: La Catedral de San Esteban.

Es una hermosa catedral de estilo gótico que se encuentra en el centro de lo que fue la ciudad amurallada. Ubicada en la misma plaza de San Esteban (Stephansplatz) donde termina una de las peatonales más importantes de Viena, la Kärntner Straße. La Stephansdom es la catedral de la ciudad.

La Catedral de San Esteban, de 107,2 metros de longitud y 34,2 de ancho, cuenta con cuatro torres. La torre sur es la más alta, con 136,44 metros, que después de subir 343 escalones se llega al salón de la torre desde donde se pueden obtener unas vistas inmensas de la ciudad. En el tejado de la Catedral de San Esteban se instalaron ladrillos de colores con el águila bicéfala imperial y real además de los escudos de la ciudad de Viena y de Austria.

En el interior se pueden ver altares muy bonitos, capillas, el púlpito de Pilgram, la imagen del Cristo crucificado además de las catacumbas donde se encuentran enterrados varios miembros de la familia Habsburgo. 

La entrada a la Catedral es gratis pero se debe pagar si se quiere visitar alguna de sus torres o las catacumbas. 

7. Qué ver en Viena: Stadtpark. Un hermoso parque para relajarse.

Si estamos en el centro de la ciudad y necesitamos tomar un descanso, podemos acercarnos al gran parque Stadtpark. El parque se inauguró en 1862, después de que se derribase la antigua muralla y se construyese la Ringstrasse. Fue el primer parque público de Viena.

Hoy en día con sus 65.000 metros cuadrados y con el río Wien que pasa por el medio del parque, el Stadtpark es uno de los lugares favoritos de los Vieneses para estar al aire libre y relajarse.

En el parque podemos encontrar varios monumento, pero en particular, el más fotografiado es el monumento a Johann Strauss, una estatua de bronce dorada que fue inaugurada en 1921.

Entonces, es un buen plan organizar un picnic en este hermoso parque para descansar, relajarse y así recobrar fuerzas para seguir recorriendo los lugares imprescindibles que ver en Viena.

8. Qué ver en Viena: El Palacio Belvedere.

Palacio Belvedere
Palacio Belvedere

Si los Habsburgo tenían su palacio de verano, cómo no iban a tener uno propio el Príncipe Eugenio de Saboya. Este palacio fue la residencia del Príncipe en el siglo XVII.

En realidad el Palacio Belvedere consta de dos edificios enfrentados separados por un gran jardín. El Belvedere Superior o Alto Belvedere, se encuentra en el punto más alto del jardín y es el edificio principal que disfruta de una fachada más elaborada. En cambio, el Belvedere inferior o bajo Belvedere, un poco más austero en detalles se encuentra en la otra punta del complejo palaciego.

En realidad si no eres muy amante del arte y tienes poco tiempo, en comparación con los otros dos palacios, el Hofburg y el Schönbrunn, el Belvedere se puede desestimar. Realmente por dentro son salas bastante vacías ya que solo se encuentran en sus paredes, pinturas renacentistas y barrocas. No hay ninguna reminiscencia de lo que fue el interior del palacio en la antigüedad. El Belvedere es interesante para verlo por fuera y pasear por sus jardines, pero su interior no es demasiado palaciego.

9. Qué ver en Viena: Café Central y torta Sasha.

Delicias del café central en Viena
Delicias del café central en Viena

Si hay algo no le falta a Viena, son sus cafeterías llenas de glamour, intelectualismo e historia. Solo para nombrarte algunas de los más importantes. El Café Sluka es conocido por haber sido proveedor de la Casa imperial). Luego el Café Museum donde grandes personalidades como Karl Kraus y Elías Canetti pasaron por ese café. Café Landtmann, también reconocido por su clientela Sigmund Freud, Marlene Dietrich, Romy Schneider). El Café Sasher, famoso hotel por su creación de la torta Sasher y el Café Central, famoso café de escritores como Arthur Schnitzler.

Si tengo que elegir una (tarea muy difícil) sería el Café Central, donde su ambiente, su decoración, la música de piano y sobre todo su exquisita pastelería hacen del café una experiencia inolvidable. Es verdad, que a la hora de la merienda quizás haya que esperar un poco para poder entrar, pero realmente vale la pena.

Independientemente de la cafetería que se elija, no hay que irse de Viena si probar la experiencia de tomarse un café con un torta Sasher (típica de Austria) o alguna otra delicia de pastelería austríaca.

10. Qué ver en Viena: Hundertwasserhaus.

La casa Hundertwasser es una serie de edificios de casas donde la fachada tiene una arquitectura original. Pisos y techos de líneas onduladas, casas pintadas de distintos colores,  árboles y plantas que salen por las ventanas y balcones, todo parece como diseñado por un niño.

La realidad es que su autor fue Friedensreich Hundertwasser, un artista austriaco que muchos lo encuentran similar a Gaudí. El complejo de casas fue construido entre 1983 y 1986, y a los habitantes de las residencias sólo se le permite decorar la parte de fachada que rodea las ventanas a su gusto.

A unos pocos minutos a pie de la Hundertwasserhaus se encuentra Hundertwasser Village. Un original centro comercial que sigue el mismo estilo de la Hundertwasserhaus que también fue creado por el mismo artista. Friedensreich diseñó un centro comercial con una «plaza del pueblo», un bar y numerosos negocios al estilo Hundertwasser.

La casa Hundertwasser solo se puede ver por fuera, pero obviamente al centro comercial se puede ingresar libremente.

Para llegar a la casa Hundertwasser se debe tomar el tranvía, línea 1 y bajar en la estación Hetzgasse.

11. Qué ver en Viena: Prater. Un parque para todos.

El Prater es un enorme espacio verde para caminar, relajarse, disfrutar de la naturaleza, pero también para divertirse con sus atracciones. En el mismo porque se encuentra el antiguo parque de diversiones del Prater.

El Prater de Viena había sido utilizado durante siglos como coto imperial de caza hasta que, en 1766, fue abierto al público. En 1895 se inauguró allí un parque de atracciones del que se conservan en perfecto estado muchas de las atracciones y su atmósfera vintage.

Noria del parque el prater
Noria del Prater

El parque de diversiones cuenta con muchísimas atracciones, montañas rusas, tren fantasma, simulador de vuelo, una feria con diferentes puestos de juegos, y especialmente para los niños, hay carruseles, teatro de marionetas y un antiguo tren. La oferta para diversión es variada y además hay docenas de cafés, restaurantes, puestos de helados y foodtrucks.

Sin embargo, lo que más resalta del parque es su noria gigante, la más antigua de todo Europa, y se nota. Desde su inauguración en 1897 la Noria, de unos 60 metros de altura, es uno de los emblemas de la ciudad.

Realmente es un paseo muy recomendable. Además de ser un lugar con mucha historia y encanto, la entrada es gratuita y se puede disfrutar paseando por calles llenas de atracciones antiguas y puestos de comida rápida.

El parque completo tiene actividad entre Marzo y Octubre, pero la Noria se encuentra abierta todo el año. Entrar al parque es gratis y las atracciones se pagan entre 1€ a 5€. En el caso de la Noria Gigante es gratis con el Vienna Pass (puedes comprarlo aquí).

12. Qué ver en Viena: Casa de Mozart.

Estando en Viena, la capital de la música, no podemos dejar de conocer más sobre la vida del músico más grande de Austria, Mozart. Una forma de hacerlo es visitando la Casa de Mozart.

En la calle Domgasse nº 5 se encuentra la única vivienda en Viena de Mozart que aún se conserva, de todas las que tuvo. En esta casa, Mozart vivió entre los años 1784 a 1787. Probablemente es aquí donde Wolfgang Amadeus pasó sus mejores años y es en este lugar, en la calle Domgasse, donde realizó sus mejores composiciones, entre ellas, quizás la ópera más ilustre, “Las bodas de Fígaro”.

En el edificio se pueden visitar cuatro pisos. Durante el recorrido del tour se dan a conocer datos interesantes sobre los años que pasó Mozart en Viena, los lugares en los que actuaba, quiénes eran sus amigos, su relación con los masones, la gran pasión que tenía por los juegos y detalles sobre sus composiciones.

El museo de por sí no es algo fundamental para visitar en Viena si se dispone de poco tiempo. Sin embargo, es realmente interesante conocer mucho más en detalle la vida agitada de este genio de la música. Además si se tiene la Vienna Pass, el acceso es gratis. 

Excursiones desde Viena.

Bratislava en 1 día

A tan sólo 60 kilómetros de Viena se encuentra la capital de Eslovaquia. Bratislava, una ciudad hermosa, con una atmósfera especial que se puede recorrer tranquilamente en un día. Si quieres ir desde Viena a Bratislava y recorrerla en un día, puedes leer “Las 10 mejores cosas que ver en Bratislava en un día”.

Salzburgo en 1 día

Salzburgo, la cuarta ciudad más grande de Austria declarada Patrimonio de la Humanidad, es un destino excelente para recorrer en un día desde Viena. Rodeada por un increíble paisaje de los Alpes, Salzburgo mezcla lo antiguo con lo moderno en una  perfecta comunión. Realiza un a excursión a Salzburgo.

Dónde dormir? ¿Dónde alojarse en Viena?

Viena, al ser la capital de Austria, es un destino turístico importante en Europa y debido a ello dispone de una amplia oferta de alojamiento. Sin embargo, la ciudad es grande y la ubicación a veces puede ser fundamental. Más aún sabiendo que Viena no se caracteriza por ser un destino barato.

La ciudad se divide en distritos, los más céntricos son del 1 al 9. El distrito 1, Innere Stadt sería el más centrito pero todos los demás no se encuentran tan lejos y además están bien comunicados con los diferentes medios de transporte.

Innere Stadt.

La zona de Innere Stadt corresponde con el casco antiguo de la ciudad. Gran parte de las atracciones turísticas se encuentran en esta zona y en sus alrededores. Además es el lugar donde se encuentran la mayoría de las tiendas, restaurantes y cafés.

Principalmente, en esta zona, y en las zonas que bordean la Ringstrasse, se ubican un gran número de alojamientos de todo tipo pero que generalmente son los más caros de la ciudad. Aquí tienes que elegir entre ubicación ideal versus costo por noche. En mi opinión El Innere Stadt es la primera zona que se debe mirar para reservar alojamiento en Viena ya que es posible que entre tanta variedad podamos encontrar algo con las tres B.

Riess City Hotel

Motel one Wein Staatoper

Pension Neuer Markt

Leopoldstadt.

El distrito de Leopoldstadt se encuentra al noreste del casco antiguo, cruzando el canal del Danubio. Quizás parezca un poco alejada pero la verdad es que se encuentra bien conectada con el metro (U1 y U2), o incluso a unos minutos a pie cruzando alguno de sus puentes.

Además, en esta zona se encuentra el Parque Prater del cual puedes disfrutar. El distrito es grande y también cuenta con mucha oferta de alojamiento por lo que hay varias posibilidades para los diferentes presupuestos.

MEININGER Hotel Wien Downtown Sissi

Das Capri

Ibis Wien Messe

Wieden.

El barrio de Wieden se encuentra al sur del casco histórico y se caracteriza por la estación de tren Wiedner-Hauptbahnhof. Por lo que es muy conveniente si llegas o te vas de la Viena en Tren. La mayor parte de la actividad de esta zona se centra en Karlsplatz, donde se encuentra la Iglesia de San Carlos Borromeo.

Este distrito se encuentra muy bien comunicado con las líneas de metro U1 y U4. Además como gran parte de la ciudad de Viena, tiene una amplia oferta de alojamiento y a un precios más económicos por lo que la convierte en una de las mejores opciones para hospedarse en Viena.

Drei Kronen Hotel Wien City

AllYouNeed Hotel Vienna4

wombat’s CITY Hostels Vienna – Naschmarkt

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