Antes de visitar Berlín nunca había estado en Alemania, y como me hicieron notar, tampoco tenía una idea o juicio formado de qué esperar, qué ver en Berlín o con que me iba a encontrar. Generalmente distinto a lo que me pasó con otras ciudades. Sin embargo, ya estando en Berlín descubrí muchas cosas interesantes.
Primero, la ciudad en si no tiene tantos años de antigüedad como muchas otras capitales de Europa. Pero aun así, en comparación de sus “pocos años”, la cantidad de acontecimientos importantes, determinantes y de relevancia, no solamente para Europa sino para el mundo, son muchos.
Segundo, Berlín se ve claramente marcada por todos estos acontecimientos importantes (3 guerras de magnitud mundial). Tanto en su cultura como también en sus edificaciones, estructura y modales. Se nota el collage de épocas, historias, momentos, edificios nuevos, modernos, antiguos, reconstruidos, remodelados. Tampoco hay un centro solamente, sino varios centros, distintos ambientes y diferentes “subculturas”.
Tercero, a pesar de lo anterior, dentro de toda esa mezcla y collage creo notar características comunes a todo. Un país que sobre todo tiene una resiliencia increíble basado en su potencia innata, siempre buscando la eficiencia, mejorar, distinguirse a través de la estructura, constancia, la planificación y perseverancia. Mostrando en esta nueva época un firme respeto entre las personas, una marcada conciencia moral y el deseo de aprender del pasado.
Berlín, en definitiva no solo es una capital linda por su monumentos, edificios, atracciones, etc, sino también por lo que uno aprende más allá de una ciudad o país. Se aprende algo que engloba a todas las personas.
Pero para que puedas disfrutar la ciudad y descubrir por ti mismo, aquí te dejo ésta guía de viaje 2020 con las mejores cosas que hacer en Berlín.
1. Qué ver en Berlín: Puerta de Brandeburgo y la Unter den Linden.
La Puerta de Brandeburgo (Brandenburger Tor) es probablemente uno de los monumentos más conocidos de la ciudad. Además, no sólo es uno de los símbolos más importantes de la capital alemana sino del país entero.
Construida en 1791, era una de las puertas de entrada de Berlín en los tiempos en los que la ciudad pertenecía a Prusia. Desde entonces, la Puerta de Brandeburgo ha sido testigo de importantes momentos históricos. La entrada victoriosa de Napoleón, los desfiles del partido Nazi o la construcción del muro de Berlín.
La puerta es un símbolo del triunfo de la paz sobre las armas. Construida en estilo neoclásico, mide 26 metros de alto y 65 de ancho. En el año 1795, se colocó en la cima una cuadriga de cobre que representa a la Diosa de la Victoria en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad. Sin embargo, la estatua que se puede ver hoy en día, es una copia hecha en Berlín oeste en 1969, ya que la original quedó destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Hasta 1918 sólo podían cruzar por la puerta central la familia real y algunas personas muy importantes.
Te recomiendo visitar La Puerta de día y sobre todo de noche, cuando luce espectacular iluminada.
La Brandenburger Tor está situada en la Pariser Platz, al final de la avenida Unter den Linden, la calle más importante de la ciudad.
Caminar por la avenida Unter den Linden.
Recorrer esta avenida es otra de las cosas interesantes que hacer en Berlín. Este bulevar de 1,5 kilómetros va desde la Puerta de Brandenburgo hasta el puente del castillo (Schlossbrücke).
A lo largo de Unter den Linden se encuentran algunos de los edificios más importantes de la ciudad. Podemos ver la Ópera de Berlín y la Bebelplatz, donde hay un monumento en el suelo en recuerdo a la quema de miles de libros en esta plaza en tiempos de Hitler. También se pasa por el edificio de la Universidad Humboldt, la hermosa Catedral de Berlín y el Palacio Real. Luego, pasando por un puente que lleva hacia la Isla de los Museos de Berlín podemos llegar hasta Alexanderplatz, con la enorme Torre de la Televisión.
2. Qué ver en Berlín: Alexanderplatz.
Alexanderplatz es una de las plazas más importantes de Berlín. Ya en la Edad Media, cuando era conocida como Ochsenmarkt o «Mercado del Buey», Alexanderplatz estaba considerada el centro de la ciudad. Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XIX que tomó su nombre actual, cuando el zar ruso Alejandro I visitó Berlín. Tras la Segunda Guerra Mundial, Alexanderplatz fue terriblemente dañada a causa de bombardeos y batallas.
La plaza es enorme y se encuentra en el centro de Berlín, muy cerca del río y del Palacio Real. Antiguamente, Alexanderplatz pertenecía a la parte soviética durante la guerra fría.
Fue en Alexanderplatz donde realizaron las protestas del 4 de noviembre de 1989, en la que medio millón de personas se manifestaron contra el gobierno comunista. Cinco días después, el 9 de noviembre, el gobierno anunció la libertad para cruzar el Muro de Berlín.
El edificio más destacado de la plaza es la Torre de la Televisión (Fernsehturm), de 368 metros, uno de los más altos de Europa y a los que se puede subir para admirar Berlín desde las alturas. También en Alexanderplatz podemos admirar el Reloj de las Horas del Mundo, en el que puedes ver las horas de muchas ciudades del mundo. Otros lugares de interés de esta plaza son la Fuente de la Amistad entre los Pueblos, la Fuente Neptuno Además o el Park Inn Hotel Berlín al cual se puede subir a su terraza por 4€.
En los alrededores se encuentra la Iglesia más antigua de la ciudad construida en 1380 llamada “Marienkirche”, y el ayuntamiento de la ciudad “Rotes Rathaus o Casa Roja”
En la plaza también hay una gran estación de metro, trenes y tranvías, por lo que es fácil llegar desde cualquier punto de la ciudad.
3. Qué ver en Berlín: El parlamento Alemán (Reichstag).
El antiguo edificio del Reichstag es la sede del Parlamento Alemán (Bundestag Alemán). Se trata de un edificio histórico construido en 1894 en estilo neorrenacentista pero coronado por una gran cúpula moderna por la que se puede caminar.
El edificio fue sede del parlamento en tiempos del II Imperio alemán y después sirvió de la misma forma para el parlamento de la República de Weimar. Sin embargo, tras la II Guerra Mundial, el edificio del parlamento quedó destruido y hubo un intenso debate acerca de su derribo o reconstrucción. Finalmente, en 1956 optaron por reconstruirlo aunque sin rehacer su cúpula original.
Varias décadas después, en los años 90, se decidió por restaurarlo. Dicha tarea se le encomendó al famoso arquitecto Norman Foster quien le devolvió su cúpula pero mucho más moderna. La nueva versión representa el pueblo que está por encima de los gobernantes, y el hecho de que sea transparente les recuerda que les «vigilan» desde arriba. De hecho, se ve el hemiciclo desde la cúpula.
Para poder ingresar al Parlamento y subir a su cúpula es necesario reservar con bastante tiempo de antelación. Si no, es probable que te quedes con las ganas. Puedes reservarlo directamente aquí.
Además de poder contemplar la magnífica arquitectura de la cúpula de vidrio, también se puede salir a la terraza para tener una vista desde las alturas. Incluso existe la posibilidad de tomar algún café en el bar del parlamento. Además, con el ingreso al Parlamento, nos entregan un audioguía con el que seguir la exposición de fotografías de la historia del Parlamento.
4. Qué ver en Berlín: La Catedral de Berlín.
La Catedral de Berlín, o Berliner Dom, es el edificio religioso más importante de la ciudad. Es la cátedra de la Iglesia Evangélica de Alemania.
El edificio de la catedral fue construido entre los años 1894 y 1905 sobre los restos de una pequeña catedral barroca de 1747, justo enfrente del Palacio Imperial.
En 1944, al igual que la mayoría de los edificios de Berlín, la catedral se vio bastante dañada por las bombas de la guerra. Aunque las tareas de reconstrucción comenzaron en 1975, fueron largas y costosas y no se vieron finalizadas hasta el año 2002.
El exterior de la Iglesia destaca por su estilo neobarroco con una gran cúpula central de color verde, dos cúpulas laterales y un gran pórtico de entrada.
Una vez en el interior llama la atención tanto el gran altar, realizado en mármol blanco, como su impresionante órgano. También resulta interesante el acceso que utilizaba la pareja imperial cuando acudía a la catedral, ya que tenían una escalera propia con todo tipo de lujos, a través de la cual llegaban hasta el Palco Imperial.
También se puede visitar la Cripta de los Hohenzollern, con más de 90 sarcófagos en las que descansan varios miembros de la familia imperial de los Hohenzollern.
Sin embargo, lo que más destaca de la Catedral son las vistas desde la cúpula. Después de subir 270 escalones se llega a lo alto de la cúpula desde donde se puede disfrutar de hermosas vistas de Berlín con el río Spree de fondo.
Para ingresar a la Catedral se debe abonar una entrada de 7€. El horario de visita es todos los días de 9:00 a 20:00h. Domingos y festivos de 12:00 a 20:00h. Entrada incluida en el Berlin Pass.
5. Qué ver en Berlín: Monumento a los judíos de Europa asesinados y Centro de Información.
El monumento es uno de los lugares más interesante para visitar en la capital alemana, tanto por la importancia que representa, como por lo interesante de los que quiere reflejar el artista con su obra.
El Holocaust-Mahnmal, como se llama en alemán, es un área de 19.000 m2 ubicada en una de las zonas más céntricas de Berlín. En este inmenso espacio se encuentran 2.711 losas de hormigón, con unas dimensiones de 2,38 m de largo y 0,95 m de ancho. Lo que varía es su altura, ya que van desde los 0,2 m a los 4,8 m.
Éste Monumento a los judíos asesinados en el Holocausto se comenzó a construir el primero de abril de 2003 y se inauguró el 10 de mayo de 2005, con un coste total aproximado de 25 millones de euros. El artista elegido para realizar el monumento fue el arquitecto estadounidense de origen judío Peter Eisenman.
Su significado
A pesar de lo que a primera vista uno podría suponer que se trata de una especie de cementerio repleto de tumbas, en realidad hay varias teorías de lo que quiso reflejar el artista. Las diferentes alturas de los pilares de hormigón crean una atmósfera incómoda, ya que encontramos en la obra parte de simetría y parte de desorden. Algunos suponen que intentó transmitir un sistema supuestamente ordenado que de a poco legalizando medidas fue sometiendo al pueblo judío, por lo que las diferentes alturas representan como los judíos fueron recibiendo las diferentes atrocidades.
Por otro lado, se interpreta como un mar de cemento en el que no existe una entrada principal ni un punto en el que haya una salida o entrada. Cuando se empieza a caminar por él, se sienten los bloques de cemento más grandes, un terreno irregular, como dando a entender la desorientación que en muchos casos sintieron las víctimas del Holocausto.
El monumento se puede visitar en cualquier momento y se encuentra ubicado en Cora-Berliner-Straße, 1.
Centro de Información
La visita al centro de información, comienza con un repaso a la política nacionalsocialista de exterminio llevada a cabo entre 1933 y 1945.
En la siguiente parte de la exposición, se pueden leer los testimonios de algunas personas además de la historia de diferentes familias antes, durante y después de la persecución.
Una de las salas más impactantes, es la que muestra sus paredes cubiertas con los nombres, años de nacimiento y muerte de las víctimas del holocausto.
La lectura de los nombres y biografías de la forma en la que se presentan, podría durar más de 6 años.
6. Qué ver en Berlín: Muro de Berlín (East Side Gallery).
En tiempos de la guerra fría la ciudad estaba rodeada por un muro de casi 160 kilómetros que delimitaban Berlín este (la parte soviética) de Berlín oeste (la parte aliada).
Hoy en día el tramo que mejor se conserva lo encontramos en East Side Gallery, en la calle Mühlenstraße, junto a la rivera del río Spree. A lo largo de 1,3 kilómetros de Muro podemos disfrutar del street art. Una extensa galería de murales pintados por artistas de todo el mundo tratando temas de libertad, esperanza y futuro tras el fin de la guerra fría. Entre las imágenes más famosas y controvertidas se encuentran la de los dos líderes comunistas besándose
En conmemoración del vigésimo aniversario desde que se tiró el muro, se realizó un programa de reforma y renovación de las obras, pero algunos artistas se negaron a repintarlas.
7. Qué ver en Berlín: Museo Topografía del Terror.
El Museo Topografía del Terror es de lo más interesantes que ver en Berlín. Muestra cómo funcionaba el sistema de represión creado por la GESTAPO, la Policía Secreta del Estado Nazi. A través de videos, imágenes, relatos y cartas detallan el funcionamiento del aparato de seguridad de Hitler entre los años 1933 y 1945.
El museo se encuentra detrás de uno de los restos del Muro donde antiguamente se ubicaba el antiguo edificio neobarroco sede de la GESTAPO, Niederkirchnerstraße 8.
Detrás de un trozo del muro que se mantiene prácticamente intacto, se encuentra un solar en el que se sitúa el museo, un lugar con una historia escalofriante. Los que se oponían al régimen de Hitler acababan allí, donde eran sometidos a interrogatorios y continuas torturas en los sótanos del edificio.
Visitar el museo es una actividad gratis que se puede hacer en Berlín. Los horarios de visita son de todos los días de 10 a 20 hs. Vale aclarar que toda la información está en inglés.
8. Qué ver en Berlín: Checkpoint Charlie.
El Checkpoint Charlie fue el paso fronterizo que dividía, desde 1945 hasta 1990 las dos Alemanias. No era el único, ya que existía también el Checkpoint Alpha, en la zona de Helmstedt y el Checkpoint Bravo. Sin embargo, hay que decir que Checkpoint Charlie fue el más famoso.
En particular este paso fronterizo entre las zonas de control estadounidense y soviética era utilizado por militares, embajadores de los aliados, trabajadores de la delegación permanente de la RFA y funcionarios de la RDA.
Además de las personas que cruzaron la frontera con permiso, hubo muchos ciudadanos que huyeron de Berlín Este engañando a los militares que controlaban Checkpoint Charlie. Algunos tuvieron suerte y escaparon pero, algunos otros, fueron interceptados y asesinados.
Uno de los casos más conocidos de intento de fuga fallido fue el de Peter Fechter. En un intento de cruzar al Berlín aliado, fue disparado por militares de la RDA. El pobre Peter murió desangrado ante la impotente mirada de los militares y ciudadanos de Berlín Oeste que deseaban ayudarlo.
Desde el año 2001, se reconstruyó la caseta de control de Checkpoint Charlie donde un militar hace guardia. Además se puede ver una réplica del cartel que años atrás advertía a los ciudadanos: “Está abandonando el sector americano”.
Justo al lado se encuentra el Museo de Checkpoint Charlie, otro de los puntos donde se puede aprender mucho sobre los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Guerra Fría.
9. Qué ver en Berlín: Túneles, búnkeres y mundo subterráneo de Berlín.
Una de las actividades más interesantes que hacer en Berlín es visitar su mundo subterráneo. Recorrer refugios antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial, túneles ferroviarios en desuso, bóvedas o incluso depósitos de cervecerías ya abandonados.
Berliner Unterwelten ofrece diferentes tours como “mundos en tinieblas”, más especializado en la Alemania nazi o el tour “búnkeres nucleares de la guerra fría”, enfocado en el conflicto entre soviéticos y americanos. También está la opción de “Escapes bajo el muro de Berlín” donde se cuenta sobre las historias de los 70 túneles construidos para escapar.
Elegir alguna de estas opciones y caminar por debajo de la superficie nos puede dar otra visión de Berlín y vivir un poco más su historia.
A tener en cuenta: Existe la posibilidad de tours guiados en español, pero en ciertos días y horarios. No se puede reservar con antelación, se tiene que comprar la entrada en el día. Para más información visita la página web de Berliner Unterwelten.
10. Qué ver en Berlín: Visitar el RAW tempel y disfrutar del arte alternativo de Berlín.
En el barrio de Friedrichshain-Kreuzberg, muy cerca de la East Side Gallery, se encuentra el famoso RAW Tempel (Reichsbahn Ausbesserungs Werk Franz Stenzer). Es uno de los centros socioculturales independientes más interesantes de Berlín.
Resulta que cuatro años después de que se cerraran las líneas ferroviarias, gran cantidad de jóvenes comenzaron a llegar al barrio para cambiarlo, retomando el espacio de las vías y convirtiéndolo en lo que hoy conocemos. Es así que con el fin de dar un uso útil a los antiguos almacenes abandonados (muy parecido a los ruin bars en Budapest), nació RAW Tempel, una asociación sin ánimo de lucro que se encarga de gestionar el espacio.
En éste espacio se desarrollan varios proyectos relacionados con la pintura, la música y el teatro. Se llevan a cabo todo tipo de actividades sociales como exposiciones, conciertos o cursos de arte. También se puede disfrutar de otras actividades como escalada, skate, food trucks, bares y discotecas como Suicide Circus.
Sin embargo, uno de los puntos fuertes en el RAW tempel es su “street art”. A simple vista se puede apreciar la cantidad de graffitis y murales que cubren las paredes de todos lo almacenes convirtiéndolo en un lugar ideal para ver el arte al aire libre.
Tanto de día, para poder apreciar mejor el arte urbano, o de noche para disfrutar de la movida distendida de sus bares y discotecas, el RAW tempel es una buena opción para visitar en Berlín.
El espacio se encuentra muy cerca de la estación de metro Warschauer Straße, en la calle Revaler Str. 99. Está abierto todo el día.
Excursiones de un día desde Berlín.
Visitar Potsdam.
A 30 minutos en tren desde Berlín podemos visitar la hermosa ciudad de Potsdam. Recorrer su centro histórico y los impresionantes jardines exteriores del majestuoso Palacio Sanssouci. También la Iglesia de la Paz y la Puerta de Nauen de Potsdam.
Visitar Dresde.
Visitar la bella ciudad Dresde. Se puede recorrer su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, el palacio de Zwinger, el Puente de Augusto o la ópera Semperoper.
Qué comer en Berlín.
Si hay algo tradicional que comer en Berlín es el famoso Currywurst. El currywurst es un salchicha troceada con salsa de curry que suele acompañarse con papas fritas. Es tan popular que prácticamente puede encontrarse en cualquier restaurante o puesto callejero (incluso tiene su propio museo el Deutsches Currywurst Museum como el obwarzanki en Cracovia).
Schnitzel es otro plato muy común en la capital alemana. Un escalope de pollo generalmente acompañado de puré de papas o papas fritas. Al igual que el currywurst es muy famoso y se puede encontrar en la gran mayoría de bares y restaurantes.
Eisbein es un plato un poco más elaborado, un codillo de cerdo en salmuera acompañado con puré de guisantes y sauerkraut (col agria). Para comer este plato quizás debamos ir a un restaurante como los Hofbräu München acompañados de una buena cerveza.
Döner Kebab, pan relleno de carne, ensalada y salsa (no es un plato alemán pero es un plato muy común). Luego de la segunda guerra, en la década de los años 70, comenzaron a llegar inmigrantes turcos a Alemania quienes comenzaron a popularizar este plato hasta hacerlo tan común en la dieta berlinesa. Dicen que el primero y el mejor es Mustafa’s Gemüse Kebap en Kreuzberg (aunque seguramente tengas que esperar un tiempo en la fila).
¿Dónde alojarse en Berlín?
Elegir dónde dormir en Berlín puede ser a veces una tarea complicada dado el gran tamaño de la ciudad y los contrastes de sus diferentes barrios. Sin embargo, la gran cantidad de oferta en alojamiento permite tener muchas opciones y hace que los precios sean para todos los presupuestos. Además, la gran infraestructura en transporte público, tanto metro, trenes y autobús es muy buena, lo que permite estar constantemente conectado con toda la ciudad.
Generalmente Mitte es el barrio donde primero se busca para reservar hotel pero no tiene porque ser la mejor opción para todo el mundo. Depende mucho de cuales sean tus prioridades, ya sea visitar los monumentos más conocidos, ir de compras, ver el Berlín más alternativo, disfrutar más la vida nocturna, o alojarte en una zona tranquila. Cualquiera sea tu elección, hay zonas para todos los gustos.
Las zonas más recomendables para hospedarse en Berlín se encuentran en Mitte, que es el centro de la ciudad, y en varios barrios que lo rodean como Charlottenburg, Tiergarten, Schöneberg, Kreuzberg, o Prenzlauer Berg.
En mi caso elegí el Holiday Inn Express Berlin City Centre-West en el barrio de Tiergarten. El Hotel se encuentra muy cerca de la estaciones de metro Bahnhof Wittenbergplatz y U Kurfürstenstr. (también de tren). Muy buena opción, tranquila, linda, con desayuno y bien conectado.
Muchas gracias por la guía
Que bueno que te sirva Miluska! Espero que disfrutes mucho tu viaje a Berlin, que puedas ver y descubrir muchas cosas! Saludos